Cuestionario anamnesis psicológica




Martes, 08 de abril de 2008




Cuestionario anamnésico (tu historia psicológica)






  • 1) Describe tu relación emocional con tu padre mientras crecías. ¿Cuáles de las características siguientes se aplican a tu relación: familiaridad, aliento, identificación, etc.; o distancia, sentimientos de ser criticado, sentimientos de falta de aceptación, miedo, odio, o menosprecio por su parte; anhelo consciente de su simpatía y atención, etc.? Es necesario distinguir etapas del desarrollo, por ejemplo: "Hasta la pubertad (los 12 o 14 años aproximadamente), nuestra relación era...; después, sin embargo, ..."


No conozco a mi padre, nunca hemos tenido contacto.




  • 2) ¿Qué pensaba mi padre sobre mí (especialmente en la pubertad/adolescencia)? Esto pregunta acerca de la visión que la persona joven tenía de cómo lo veía a él de su padre. La respuesta puede ser, por ejemplo: Me consideraba sin interés; me quería menos que a mis hermanos (hermanas); me admiraba; me favorecía, etc.


Jamás nos hemos visto, desconocemos nuestros rostros.



  • 3) Describe tu relación con él ahora, y cuál es tu conducta hacia él. Por ejemplo: ¿eres cercano, amistoso, amable, respetuoso, etc., u hostil, discutidor, tenso, provocador, miedoso, distante, frío, arrogante, rechazándole, mostrando rivalidad, etc.? Anota tus actitudes y conductas características hacia tu padre tal como las muestras normalmente.


Nosotros no tenemos trato, jamás nos hemos visto.



  • 4) Describe tus sentimientos por tu madre y tu relación con ella durante la infancia y la pubertad (la respuesta puede dividirse). Era familiar, cálida, cercana, relajada, etc., o difícil, temerosa, distante, fría, etc.? Especifica tu respuesta, eligiendo aquellas características que crees más típicas en tu caso.


Mi madre fue la persona más importante en mi infancia. Ella fue muy cercana, cariñosa, cálida y familiar, yo fui el centro de su vida. Fui un niño sobreprotegido, una figura de sustituto de esposo y el soporte emocional de mi madre.

En la pubertad-adolescencia nuestra relación fue distante, yo me cerré emocionalmente a ella y la aparté de mi vida, nacieron sentimientos de aversión y cierto resentimiento interior. Ambos tuvimos conflictos psicológicos y situaciones difíciles que impidieron ser el mejor hijo y la mejor madre, hicimos lo que pudimos y entregamos lo que nuestras posibilidades nos permitieron dar. Mi madre fue cariñosa pero no pudo dedicarse a atender mis problemas, se que en otras condiciones ella me hubiera ayudado a salir victorioso.




  • 5) ¿Cómo crees que tu madre te miraba (durante la infancia y adolescencia)? ¿Cuál era su visión de ti? Por ejemplo, te veía con "normalidad", como el chico o chica que eras, o te miraba de modo especial, como amigo íntimo, favorito, chico ideal o modelo, etc.?


En la infancia me veía como el amigo íntimo, una especie de sustituto de esposo y soporte emocional;, yo era su protegido y la motivación más importante de su vida.

En la adolescencia me veía como el chico ideal o modelo, yo era un muchacho religioso y un gran estudiante, era muy responsable y un estricto cumplidor del deber, mi madre jamás recibió quejas de mí, todo el tiempo era felicitada por tener un hijo tan ejemplar. Ella me dio completa libertad, creyó en mi capacidad para decidir con inteligencia lo más conveniente y en la madurez que proyectaba; creo que pensó que alguien como yo era capaz de resolver cualquier problema interior.




  • 6) Describe tu relación actual con tu madre (véase la pregunta 3).


Tenemos una muy buena relación. He dejado de sentir rechazo hacia mi madre, ahora cuando la veo me siento feliz y orgulloso, me gusta conversar con ella y ya no siento vergüenza de que nos vean juntos en la calle. Ya no soy un sustituto de esposo, mi mamá me confía sus problemas y preocupaciones a menudo; acostumbro escuchar sus vivencias del día, tristezas y alegrías, también le doy mi opinión respecto a ello cuando es pertinente hacerlo. Trato de ayudarla en todo lo que me es posible.

En cuanto a mi vida, le comparto algunos aspectos..., pero no le comento sobre mis problemas, mi mamá tiene suficientes tensiones y no deseo preocuparla con mis asuntos, se que no puede ayudarme ni comprender la dinámica de mis conflictos.

Cuando las condiciones de mi vida mejoren, resolveré esa parte del problema inconsciente con mi mamá que continúa en la lista de espera, simplemente deseo escuchar su explicación sobre varios eventos que me estresaron en el pasado. Ya la perdoné por todo lo que sucedió.



  • 7) ¿De qué manera fuiste criado por tu padre (o abuelo, padrastro)? Por ejemplo, siguiendo un "método" protector, alentador, disciplinado, libre, de confianza, de seguridad; con muchas preocupaciones y quejas; de modo estricto, demasiado disciplinado, exigente, crítico; de modo duro o suave, indulgente, consentido, infantilizador, malcriándote? Añade cualquier característica que no aparezca en esta lista pero que podría describir mejor tu caso.


No conozco a mi padre.



  • 8) ¿Qué métodos utilizaba tu madre para educarte? (Véanse las características en la pregunta 7).


En mi niñez mi madre me sobreprotegió, hacia tareas que me correspondían a mí e insistía en el tema de los peligros de la calle, pero siempre me permitió juntarme con los otros chicos y tener amigos, establecía reglas y fomentaba la disciplina; me sentí libre, crecí en un ambiente de confianza y cariño.

En la adolescencia gocé de mucha libertad, mi mamá confió muchísimo en mi capacidad de decisión y evitación del peligro, en estos años no me exigió nada porque siempre fui el "hijo perfecto".




  • 9) ¿Cómo te veía y trataba tu padre con respecto a tu identidad sexual? ¿Dándote ánimo, apreciándote, como a un muchacho o chica reales, o con poco respeto y aprecio, con críticas, con desdén, etc.?


No he conocido a mi padre, no he tenido relación alguna con él.




  • 10) ¿Cómo te veía y trataba tu madre con respecto a tu identidad sexual? (Véase la pregunta 9).


Ella siempre me trato como a un varón, siempre fomentó mi identidad masculina. Durante muchos años yo fui "su hombre". Mi madre no me ha hecho algún comentario sobre mi AMS, no me mira con extrañeza por no tener novia ni algún trato amistoso con mujeres.

Ella sabe que no tengo amigos, ella tampoco los tiene, así que no le parece raro. Cuando fui muy amigo del Señor H. y viví con él, ella nunca puso en tela de juicio mis intereses sexuales, siempre confió en mis principios, la normalidad de esa amistad y la seguridad en mi propia masculinidad.




  • 11) ¿Qué lugar ocupas en el orden de nacimiento entre tus hermanos (hijo único; primero de ____ hijos, segundo de ____ hijos, el último de ____ hijos, etc.)? ¿En qué afectó esto a tu situación psicológica y trato dentro de la familia? Por ejemplo, un niño que viene cuando ya "no se esperaba" puede haber sido más protegido o mimado; el hijo único entre varias chicas tendrá probablemente una situación y trato si se lo compara con el chico mayor entre más hermanos, etc.

Fui hijo único por espacio de 11 años. Cuando nacieron mis hermanas me sentí desplazado, mi madre se centró en ellas y yo recibí menos atención, también se redujeron mis privilegios y la situación económica se puso apretada. Le tomé aversión a mis hermanas porque sentí que mi vida se había complicado un poco a causa de ellas y porque rechacé a las mujeres en general durante esa época. Con el tiempo abandoné esos pensamientos infantiles en razón a la comprensión objetiva de la realidad y la supresión de culpables.




  • 12) ¿Cómo te veías a ti mismo comparado con tus hermanos del mismo sexo? ¿Cómo preferido por el padre o la madre, como "mejor" en alguna capacidad o rasgo de carácter, o como menos válido?

No tengo hermanos de mi mismo sexo.




  • 13) ¿Cómo veías tu masculinidad o feminidad en comparación con tus hermanos?

No tengo hermanos varones.




  • 14) ¿Tenías amigos del mismo sexo en la infancia? ¿Cuál era tu situación entre los compañeros del mismo sexo? Por ejemplo, ¿eras alguien con muchos amigos, popular, un líder, etc., o un extraño, un seguidor, etc.?

Tuve varios amigos en la infancia, me fue muy bien en el trato con los chicos, fui aceptado, participaba activamente en los juegos, disfrutaba el deporte y todas las actividades físicas.

Algunas veces fui líder, otras tantas un miembro destacado y un par de veces un miembro más. Después de los 7 años inició mi vida social, en los años anteriores permanecí en casa junto a mi familia y una que otra amistad ocasional.



  • 15) ¿Cómo eran tus amistades del mismo sexo en la pubertad? (Véase la pregunta 14).

Nunca llegué a formar parte verdaderamente de un grupo de amigos ni tuve una amistad sincera y estrecha con otro chico. Me relacionaba con los otros muchachos de la iglesia y con los compañeros del colegio en un ambiente de normalidad.

Antes de los 16 años fui un líder en la parroquia en la que trabajaba, y entre los compañeros del colegio tenía muy buenas relaciones y participaba con entusiasmo en las actividades escolares y en las cosas de los chicos, en esa época el centro de mi vida fue Dios.

Después de los 16 años me volví un solitario, un extraño, un excéntrico y un poco antisocial; estaba muy alejado del grupo del colegio y me gustaba ser un marginado, eso alimentaba la autocompasión y elevaba el resentimiento. Todos me trataban con cortesía pero desconocían mi vida, llegué a tener cierta cercanía con un compañero (J-M) y su grupo de amigos del barrio, pero no entablé una amistad real y verdadera con ellos, a pesar de todo, le tomé cariño a J-M y compartí con él momentos muy agradables.




  • 16) Describe tus contactos con el sexo opuesto en la infancia y la pubertad, respectivamente (por ejemplo, ninguno, sólo me relacionaba con el sexo opuesto, etc.)

Sólo tuve dos amigas en la infancia,eran vecinas, las conocí en años distintos, y compartí varios juegos con ellas; solíamos montar bicicleta, correr, participar en juegos con otros chicos o simplemente permanecer en casa coloreando libros, mirando televisión o representando papeles de adultos en el respectivo rol sexual.

En la adolescencia no tuve contacto cercano con las chicas, no tuve amigas ni estuve interesado en socializar con mujeres.




  • 17) Para los varones: ¿De muchacho jugabas con soldados, juguetes bélicos, etc.? Para mujeres: ¿Jugabas con muñecas, animales de peluche?

Sí. Jugaba con balones, soldados, pistolas, muñecos de caricaturas, carros, aviones, helicópteros...


  • 18) Para varones: ¿Te interesaba el béisbol o el fútbol? Además, ¿jugabas con muñecas? ¿Te interesaban los vestidos? Especifica. Para mujeres: ¿Te interesaban los vestidos y el maquillaje? Además, ¿preferías practicar juegos de chicos? Especifica.

Cuando niño me encantaba el fútbol, no era un deportista destacado, pero disfrutaba practicando esa actividad al lado de los otros chicos. En la adolescencia no tuve algún interés o afición deportiva, simplemente caminaba o trotaba; no me llamaban la atención los deportes porque dedicaba todo mi tiempo al estudio y al servicio religioso, sin embargo, la pasaba bien en las clases de gimnasia y algunas otras actividades recreativas con los compañeros del curso, salvo por tener que mostrar algunas partes de mi cuerpo de las cuales me sentía muy avergonzado después de que cumplí 15 años.

Puedo ser un gran deportista si me dedico a entrenar con asiduidad. Nunca jugué con muñecas o vestidos.





  • 19) ¿Eras agresivo y auto afirmativo verbal o físicamente como adolescente, lo eras moderadamente, o todo lo contrario?

Nunca fui agresivo, pero siempre fui autoafirmativo a la hora de hablar, siempre defendí mi punto de vista y posición frente a varios temas, incluso caí en la falacia de creer que siempre tenía la razón, acostumbraba ser inflexible y buscaba excusas con frecuencia para justificar mis equivocaciones.




  • 20) ¿Cuáles eran tus aficiones e intereses principales durante la adolescencia?

Antes de los 16 años el centro de mi vida fue la religión y el servicio en la parroquia, me la pasaba en el templo, también era muy dedicado a los estudios.

Después de los 16 años me concentré solo en los estudios y las ambiciones de poder (de una forma muy infantil); me gustaban los videojuegos, las computadoras, los comics, las películas y la naturaleza, también jugaba ajedrez con el Señor H. y otros compañeros. Me gustaba hablar con J-M sobre el futuro, los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos. Estuve la mayor parte del tiempo en el colegio, la biblioteca y la casa de J-M.





  • 21) ¿Cómo veías tu cuerpo (o partes del mismo), tu apariencia física (por ejemplo, guapo o feo)? Especifica qué atributos físicos te angustiaban (figura, nariz, ojos, pene o pechos, altura, obesidad o delgadez, etc.).

Antes de los 15 años veía con normalidad mi cuerpo, me sentía a gusto con él, sin complejos ni sentimientos de inferioridad.

Luego de la pubertad me sentí muy avergonzado de mi apariencia física, no me gustaba tener un cuerpo menos desarrollado que el de los compañeros de mi edad, también me molestaba la baja estatura, delgadez, los dientes amarillos y el acné.

En general, pensaba que era feo, me quedé absorto en esa visión y no hice algo para cambiar esos atributos que me angustiaban o por ver el lado positivo de cada uno de ellos, me faltó orientación y la comprensión de alguien idóneo.




  • 22) ¿Cómo veías tu cuerpo/apariencia física en lo referente a ser varón o mujer?

Normal y con satisfacción antes de la pubertad. Después de la pubertad mi masculinidad fue afectada por la autoimagen negativa respecto de mi cuerpo, me sentía un hombre como los demás, pero pensaba que la talla alta, los músculos y la robustez eran el factor central de la belleza masculina, la virilidad y la hombría.




  • 23) ¿Tenías algún defecto físico o enfermedad?

No, ningún defecto físico ni enfermedad.




  • 24) ¿Cuál era tu estado de ánimo normal en la niñez, y, después, en la adolescencia? ¿Alegre, triste, temperamental o constante?

En la niñez me enfadaba con facilidad, me disgustaba que las cosas no salieran bien, pero siempre estaba alegre y sin preocupaciones; a los 10-11 años me volví muy nervioso a causa de un pensamiento obsesivo sobre "personas peligrosas" e infecciones, motivado por los cambios drásticos que estaban aconteciendo en ese momento de mi vida.

En la preadolescencia fui muy feliz trabajando en la iglesia y sirviendo a Dios, no le prestaba mucha atención a los problemas de la casa. En la adolescencia estuve muy triste y sólo, me sentía incomprendido y abandonado, tenía miedo del futuro y de fracasar en la vida.




  • 25) ¿Atravesaste algún período concreto de desconsuelo interior o depresión en la infancia o en la adolescencia? Si es así, ¿qué edad tenías? ¿Sabes por qué?

En la adolescencia, cuando tuve 16-17 años. Estos fueron años dolorosos, estuve por un tiempo lejos de mi familia, viviendo con desconocidos, atravesaba una situación económica difícil, no tenía amigos y vivía inmerso en una vida monótona y aburrida. Me divertía muy poco, me sentía inferior por muchas cosas y había buscado en los estudios un refugio y una forma de vida con la esperanza de hallar en el conocimiento una forma de poder y así subsistir.


  • 26) ¿Tenías algún complejo de inferioridad de niño o adolescente? Si es así, ¿en qué áreas concretas te sentías inferior?

Cuando era niño me sentía inferior a nivel social, me molestaba tener pocos bienes, un único apellido y carecer de un papá; me comparaba con los compañeros de escuela en ese entonces.

En la adolescencia tuve varios complejos de inferioridad:
- COMPLEJO DE INFERIORIDAD SOCIAL a causa de la situación económica desfavorable y las limitaciones financieras
- COMPLEJO DE INFERIORIDAD FÍSICO motivado por la autoimagen corporal negativa
- COMPLEJO DE INFERIORIDAD MASCULINO a causa de un concepto errado sobre la hombría, y también a causa de la carencia de intimidad con el mismo sexo
- COMPLEJO DE INFERIORIDAD HETEROSEXUAL basado en la neurosis homosexual y el desapego afectivo hacia las mujeres.



  • 27) ¿Puedes describir qué clase de niño/adolescente eras en términos de tu conducta y tendencias durante el período en que sentías tu inferioridad más acusadamente? Por ejemplo: "Era un solitario, muy independiente de los demás, retraído, obstinado"; "era vergonzoso, demasiado dócil, servil, solitario, pero enfadado interiormente"; "era como un bebé, que lloraba fácilmente, pero pedante"; "auto afirmativo, buscando llamar la atención"; "era siempre agradable, sonriente, fácil de complacer de cara al exterior, pero interiormente no era feliz"; "hacía de cómico"; "era demasiado dócil", "un cobarde", "un líder", "dominante", etc. Intenta recordar las características sobresalientes de tu personalidad infantil o adolescente.

En ese periodo de la adolescencia fui un solitario, autosuficiente, egocéntrico, retraido, pedante, autoafirmativo, desconfiado y resentido. Estaba furioso con el mundo e inconforme conmigo mismo, me sentía incapaz de crear intimidad y mostrar mi verdadero "yo" ante alguien, estaba enfadado interiormente y deseaba castigar a las personas que no me sabían amar y comprender; culpaba a Dios y a la humanidad por mis desgracias, por las injusticias de la vida.



  • 28) ¿Qué otras cosas importantes jugaron un papel en tu infancia y/o adolescencia?

En mi infancia gocé del cariño, aceptación y cuidado de todos los miembros de mi familia, tuve una infancia feliz, algunas situaciones negativas me predispusieron para los problemas del futuro, pero no fueron ocasión de traumas psicológicos que enturbiaran los buenos recuerdos de mi niñez.

En la preadolescencia la religión jugó un papel decisivo en mi vida, pues fue lo que fomentó mi sentido moral elevado como factor de protección ante la influencia negativa del mundo, el libertinaje y la cultura del placer; también mantuvo encendida la esperanza y el deseo de vivir. Los sucesos tristes de la adolescencia aminoraron mi autoestima y opacaron el optimismo ante un futuro promisorio y exitoso, y los problemas de personalidad de la adolescencia se terminaron de desarrollar en la edad adulta.

En cuanto a tu historia psicosexual, pueden servirte de guía las siguientes preguntas:
29) ¿A qué edad aproximadamente te enamoraste por primera vez de una persona del mismo sexo?
No me he enamorado de alguien de mi mismo sexo, pero cuando tenía 15 años experimenté fascinación por los cuerpos de algunos iguales, y a los 16 me obsesioné con un muchacho de 13-14 años que también estudiaba en el instituto.

  • 30) ¿Qué tipo de personalidad tenía o cómo era físicamente? Describe lo que más te atraía de él o ella.
Aquel chico de 14 años no era muy "atractivo", pero me llamaba la atención porque era menor que yo, el mejor de su curso y porque poseía ciertos aspectos físicos que me causaban interés. Era el prototipo de amigo que tal vez hubiera logrado comprenderme, la atracción que experimenté hacia él tenía muy poco de ingrediente homosexual.

  • 31) ¿Qué edad tenías aproximadamente cuando experimentaste tu primera inclinación o fantasía homosexual? (La respuesta puede ser idéntica a la de la pregunta 29, pero no necesariamente)
15 años. Todo comenzó con la fijación constante en los cuerpos de los compañeros de la misma edad que tenían los atributos físicos en los que me sentía inferior, los observaba con disimulo y fantaseaba imaginando que estaban desnudos; también me esforzaba por hallarlos en pantaloneta, sin camisa o en ropa interior. Recuerdo que esas fantasías me ponían en un estado de euforia.

  • 32) ¿Qué tipo de personas despiertan tu interés sexual, en términos de edad, rasgos físicos o de personalidad, conducta o forma de vestir? Los ejemplos para los varones incluirían: hombre joven de 16 a 30 años, preadolescentes, tipos afeminados, tipos masculinos, tipos atléticos, tipos maternales, soldados, tipos esbeltos, tipos rubios o morenos, tipos populares, tipos dóciles, tipos "duros", etc. Para mujeres: chicas jóvenes, de ____ años; mujeres de mediana edad con ciertas características; mujeres de mi edad, etc.
Experimento una fuerte atracción emocional hacia chicos adolescentes de 12 a 18 años.

En el pasado estuve obsesionado sexualmente con los adolescentes, coleccionaba pornografía exclusivamente de esa edad y solo deseaba tener ese tipo de amigos.

En este momento de mi vida soy consciente de la necesidad de desmitificar a estos chicos para resolver la AMS, pero también se que debo identificarme plenamente con las personas de mi edad cronológica. No tengo parámetros de atracción homosexual en este instante, supongo que me resultan más llamativos los adolescentes a los que idolatraba en el pasado, pero ahora lo que más deseo es tener amigos adolescentes sin entrar en distinciones o clasificaciones.

  • 33) Si es el caso, ¿con cuánta frecuencia practicabas la masturbación en la pubertad? ¿Y después?
En la pubertad y adolescencia hubieron periodos en que fue algo de todos los días, y otros en los que la practicaba una vez a la semana o un par de veces al mes.

Después de los 18 años continúo presentándose la misma situación. En la época de seminarista fue algo controlado con mucha decisión: una o dos veces al mes, incluso llegué a pasar dos meses sin caer durante varios periodos.

Actualmente caigo una o dos veces al mes, a veces tres, confío en que pronto quedará superado totalmente ese problema.

  • 34) ¿Has tenido alguna vez fantasías espontáneas heterosexuales, con o sin masturbación?
Al inicio de la pubertad tuve ese tipo de fantasías con frecuencia, acompañadas de masturbación; también me gustaba mirar fotos de chicas desnudas.

Después de los 15 años no volví a tener ese tipo de fantasías, cuando esos pensamientos emergían los rechazaba con decisión y repugnancia. Llegué a sentir poca excitación y mínimo interés por la pornografía heterosexual, sólo me parecía interesante por los chicos o los actos bisexuales.

Actualmente no me permito ese tipo de fantasías, como tampoco las homosexuales.

  • 35) ¿Has experimentado alguna vez sentimientos eróticos o enamoramiento respecto a una persona del sexo opuesto?
Sí, suelo experimentar la atracción erótica hacia las mujeres tanto a nivel de aspectos físicos como a nivel emocional. Me resultan atractivas cierto tipo de mujeres, nunca he tenido un noviazgo, tampoco he llegado a enamorarme. También me resultan incómodos estos sentimientos eróticos. Yo creo firmemente que un hombre no necesita tener al lado a una esposa, novia o hijos para ser feliz en esta vida; aún no he logrado entender el significado práctico de la complementariedad afectiva entre ambos géneros.

  • 36) ¿Hay alguna peculiaridad en tus prácticas o fantasías sexuales (masoquismo, sadismo, etc.)? Describe sucinta y sobriamente qué fantasías o conductas ajenas son excitantes para ti, ya que éstas pueden revelar algo acerca de las áreas en las que te sientes inferior.
Estuve fascinado con el sexo anal (rol activo), las orgías y el voyeurismo. Sólo participé en breves prácticas homosexuales orales y de masturbación recíproca, y uno que otro intento fallido de sodomía. Actualmente todo eso me parece aberrante y muy sucio.


  • 37) Después de haber pensado y respondido estas preguntas, escribe una breve historia de tu vida que incluya los acontecimientos y sucesos internos más importantes de tu infancia y adolescencia.


Crecí en un ambiente caluroso en el que me sentí amado, mi familia me aceptó y me brindaron lo mejor de sí mismos. Fui educado con rigor e instruido en muchos valores y principios morales, y aunque fui abandonado por mi padre, mi madre me crió lo mejor que pudo y supo asumir debidamente ambos papeles paternales.

La sobreprotección materna afectó mi autoestima y me predispuso a padecer ciertos problemas de personalidad, también crecí sintiéndome responsable por la felicidad de mi mamá y con la obligación asfixiante de ser un buen hijo y un hombre ejemplar.

A los 11 años nacieron mis hermanas, también sufrí un shock emocional edípico como consecuencia del desplazamiento que sufrí de la vida de mi madre por la aparición de otro hombre y por el cambio de actitud de mi mamá hacia mí; también repercutió el cambio drástico que sufrió mi vida por la llegada inesperada de mis hermanas.

Los años de mi preadolescencia fueron equilibrados y sosegados gracias a la activa vida religiosa, el compromiso solidario con la comunidad parroquial, el éxito social y académico, y el sentimiento de alegría por participar en algo agradable y loable.

Con la llegada de la pubertad y la ruptura familiar, se entremezclaron acontecimientos que matizaron de gris el comienzo de la adolescencia. Estuve en una situación en la que necesité mucha orientación y apoyo que nunca llegó, me sentí abandonado y permití que los complejos y la ira me cegaran llegando a verse muy afectada mi autoestima y mi visión positiva de la familia, los amigos y la vida.

En la adolescencia me cerré emocionalmente y creé muchas barreras afectivas para protegerme y sobrevivir. Muchos de mis sueños y planes se vieron frustrados, y al final de esta etapa de la vida me estrellé con una dolorosa realidad que me incapacitó para el futuro, sin embargo, nunca perdí la esperanza.


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